Fundación Atabal

Charla con Elisa Padilla (primera parte)

Elisa lleva aquí 28 años, ha estado desde el 1990 hasta el 2018 que salió para hacer otros trabajos fuera de aquí y ahora tiene una gran responsabilidad dentro de la Orden de las Hermanas Clarisas y vive en Roma.

Peligros Folgado – La cantidad de años que llevamos conociéndote y trabajamos contigo, tú además has sido receptora de una conmemoración que te hicimos en la Fundación Atabal en el año 2018 (cuando ya te ibas de aquí, de este país, te ibas provisionalmente a realizar otras funciones dentro de tu orden), el reconocimiento que hace la Fundación a aquellas personas que reconocemos el trabajo que hacen para su comunidad.

Estuviste aquí durante la guerra, después de las dos guerras, has reconstruido el país, has trabajado muchísimos proyectos, tienes un proyecto maravilloso de niñas y mujeres. Y bueno, la pregunta para mí importante es, con todos estos años de conocimiento en tantos conflictos que ha pasado este país, ¿cuál es tu visión del país? Y después me gustaría también que me hablaras de cuál es tu visión ahora, que lo puedes ver un poco desde la lejanía, desde fuera. ¿Qué impresión, qué expectativas crees que tiene tu país?.

Elisa Padilla – Para mí el regresar a Sierra Leona es como volver a casa. Porque haber pasado 28 años de mi vida en este país, y los mejores de mi vida cuando estaba más joven, me dejaron muy marcados.

Llego a Sierra Leona y podría decir que en el aspecto de educación y salud, que es donde mis señoras Clarice trabajamos, los problemas permanecen casi iguales. No hay un avance en esas áreas, por más de los esfuerzos que se pueden hacer. Porque desde mi punto de vista, el gobierno no tiene interés en que su gente aprenda.

Son tantos los minerales que se encuentran en el país que le resulta más cómodo seguirse llenando los bolsillos a expensas de su gente. Sin embargo, hablando ya con las personas de una manera más personal, ha sido una gran satisfacción ir recorriendo lugares como la Universidad de Unimac, varios lugares importantes en la capital, ir encontrando exalumnas en todos estos lugares, ocupando puestos de importancia. Y que fueron, no solamente recibieron la educación, las raíces para una buena educación, sino sobre todo los valores.

Son personas con unos grandes valores, sobre todo la honradez, la eficiencia, la responsabilidad. Que uno dice, qué bueno que esté dando fruto, y con eso poco se ha ido levantando el país. Porque Unimac es una de las universidades que tiene más credibilidad ahora.

Y encontrar a nuestras chicas ahí, un gran número de ellas, no solo de estudiantes sino en la parte administrativa, pues es una satisfacción. Viendo a las chicas en general, en las escuelas, las que todavía están tratando de ser alguien, la siento como que están deslumbradas por todo lo que pueden conseguir materialmente. Un teléfono, un ordenador, y se dan muy fácilmente, por unos cuantos millones se entregan.

Algunas lo harán por necesidad, porque no tienen que comer, no tienen los suficientes recursos. Otras lo hacen solamente por tener algo más. Desde mi punto de vista, el país ha crecido, no como debería después de tantísimos años.

Porque las dificultades siguen siendo las mismas, que no se comprenden desde fuera. Como es posible que en el siglo XXI todavía haya gente que no sabe ni leer ni escribir. Y que las escuelas no tienen esperanza de que le darán una buena educación.

Pero sin embargo, pienso que sí se puede hacer, porque la gente es muy acogedora. La gente tiene deseos de salir adelante, solamente que se les den los recursos que necesitan.

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